En este artículo profundizaremos en un asunto del que ya hemos hablado en varias ocasiones y no es otro que el problema que supone para el sector del transporte que el conductor cargue o descargue la mercancía. Es una situación compleja que genera la mayoría de los conflictos laborales dentro de la empresa de transporte y que está empezando a convertirse en insostenible. En ella tenemos a:
- El cargador, que impone al transportista (y por tanto al conductor) la carga o descarga de su mercancía.
- El transportista, que no tiene poder de negociación y se ve obligado a hacer un trabajo que no le corresponde (es un sector muy atomizado).
- El conductor, que se encuentra en muchos casos sin previo aviso ante la imposición de tener que realizar un trabajo para el que no ha sido ni contratado ni formado y por el cual no cobra.
Cuando un conductor realiza la carga y descarga hay que tener en cuenta lo siguiente:
- Es una cesión de mano de obra.
- En el proceso se manejan habitualmente medios materiales del cliente (transpaletas manuales o eléctricas) de las que se desconoce su estado y mantenimiento.
- Puede tener lugar un accidente que afecte al conductor y que es completamente evitable.
- En caso de percance, los costes salariales y de paralización del camión corren por cuenta del transportista.
- En el caso de que una mercancía se dañe al descargar, se le reclaman los daños al transportista y a su seguro.
El conductor es responsable de informar al cargador de cómo quiere que le repartan la carga en su vehículo y posteriormente de su correcto amarre para que no sufra daños, no de la carga física de la mercancía. Eso contribuye a la degradación de las condiciones laborales del conductor, que es una de las causas de la falta de conductores.
La solución pasa por que la LOTT (Ley de Ordenación de Transportes Terrestres) recoja la PROHIBICIÓN de la carga y descarga por parte del conductor, eliminando el concepto “salvo pacto en contrario”, y que se sancione a las empresas que tienen este tipo de prácticas. Además, la inspección de trabajo debería tomar cartas en el asunto.
Solucionar este problema implicaría, por otro lado, la creación de miles de nuevos puestos de trabajo en los almacenes para realizar un trabajo que, a día de hoy, lo llevan a cabo los conductores.