En ciertas actividades económicas existen costes ocultos que pueden ser tan importantes como difíciles de detectar.
En el caso de la logística, estos costes ocultos pueden suponer un perjuicio importante tanto para el cliente como para la propia empresa sin que seamos conscientes de ellos.
Estos costes adicionales, suele agravarse en mayor medida cuando trabajamos con empresas de transporte low cost o de bajo coste.
Como veremos a continuación, la prestación de un buen servicio es crucial para evitar costes adicionales y que lo barato nos acabe costando caro.
Impuntualidad (o falta de coordinación).
Todo servicio de transporte que vaya ligado a una instalación o montaje de lo transportado (maquinaria nueva o usada, barricas, vino a granel, muebles, estructuras de pabellones, butacas para un auditorio, etc.) implica un desplazamiento de medios materiales y humanos de terceros a la hora de recibir la mercancía.
Si la entrega en destino se retrasa una mañana, un día o incluso más tiempo, todo ese personal va a estar parado generando costes económicos muy importantes, además de la mala imagen proyectada de todos los integrantes del servicio.
Imaginemos por un momento que lo que llega tarde es una unidad médica móvil y tenemos un paciente esperando para hacerse una prueba diagnóstica. En este caso, es fundamental que nuestro departamento de tráfico coordine con el cliente final los pormenores de la entrega para que todo el servicio se desarrolle sin incidencias.
¿Cuántas horas-trabajador se pierden por tenerlos desocupados al no llegar la mercancía a tiempo?
Es importante que la empresa transportista valore el tiempo del cliente, de la misma forma que el cliente debe valorar el del transportista. Si todos cumplimos, todos ganamos.
Mala estiba y embalaje deficiente:
Las prisas no son buenas y la falta de formación o profesionalidad de conductor tampoco.
Si la mercancía no está perfectamente embalada (este particular es responsabilidad del fabricante o cliente) o no se estiba y/o se amarra correctamente, se pueden generar desplazamientos de la carga que, en el mejor de los casos, pueden complicar mucho su trabajo al cliente final (recolocación de pallets movidos, mercancía dañada que, por ende, quién ha de recibir el producto, no reciba todo el pedido completo).
Ese coste de mano de obra necesaria, así como el daño a la imagen tanto del producto como de la empresa, puede generar muchísimos problemas a la hora de asumir responsabilidades.
Además, no recibir la mercancía en perfectas condiciones genera problemas derivados, como el retraso en la reposición de nueva mercancía, los costes de devolución del material no conforme y el tiempo perdido. Problemas que puedes ocasionar la pérdida de un cliente insatisfecho con el servicio.
En TRANSLOGROÑO consideramos que el tiempo de nuestro cliente es oro. Por ello, nos coordinamos con todas las partes implicadas para que nadie pierda tiempo y todo se desarrolle sin incidencias. Nuestra tasa de incidencias es cercana a cero.